sábado, 5 de diciembre de 2009

Terapia cognitiva y lógica

Según Antonio Semerari, en el orígen de la terapia cognitiva hubo dos exigencias clínicas que se sumaron a una crisis en la "teoría clínica psicoanalítica" en Estados Unidos. Las exigencias eran: optimizar los plazos de los tratamientos y verificar la eficacia. La referida crisis se define como una relación problemática entre dos niveles teóricos diferenciados por Rapaport: la teoría clínica y la metapsicología. Y menciona, junto a Aaron Beck y Albert Ellis (fundadores del cognitivismo) a Peterfreund, quien habría, según él, resuelto esta cuestión, pero reivindicando la tradición psicoanalítica, para lo cual diferencia entre la "aproximación heurística" y la "estereotipada".

En cuanto a la Psicología Cognitiva, se habla de esquemas cognitivos, que consistirian en "reglas de inferencia y de estructuras de significado estables que engloban a los procesos de pensamiento y la actividad imaginativa", lo que a su vez serían "recurrencias temáticas" de los pensamientos automáticos los cuales se caracterizan por preceder a la vivencia emocional sin que el sujeto repare en ellos, ser de naturaleza disfuncionales, obtenerse mediante una precisa instrucción para que el sujeto repare en los pensamientos anteriores a una emoción desagradable, etc.

Semerari propone para entender estos "esquemas cognitivos disfuncionales", que describe como reglas de inferenica implícita que dan lugar a falsos silogimos, los cuales gobiernana a su vez la producción de los pensamientos automáticos un ejemplo de un caso de Peterfreund.

Antetodo, debemos recordar que, como todo el mundo sabe, los silogismos son meros esquemas formales de argumentos. La validez de un silogismo (la verdad del mismo, por otra parte, es distinta de su validez) depende de su estructura formal y no de su contenido, o de la interpretación que se haga de sus partes componentes.

Veamos el ejemplo mencionado de una supuesta "regla inferencial" según el libro Historia, teorías y técnicas de la psicoterapia congnitivas, obtenido de una caso de Peterfreund del cual extrae un esquema cognitivo:

(i) "las personas poco interesantes son rechazadas cuando se las conoce íntimamente; yo soy poco interesante, así que cualquiera que llegue a conocerme íntimamente me rechazará. Partiendo de esta premisa, la paciente, siempre que considere una relación íntima y de tal intensidad que permita que la otra persona la conozca, producirá pensamientos automáticos centrados en el escaso interés de su persona y el rechazo del otro"

Bueno, veamos. Primero: la parte a que el autor se refiere como premisa y pusimos en itálica (que va desde las personas... hasta ...rechazará) no es una premisa sino un silogismo. La premisa llega hasta "...poco interesante". Segundo: no se trata de ningún "falso silogismo". Veamos qué pasa si nos abstraemos de su contenido y reparamos sólo en su forma.

Interpretemos el esquema Fx como «x es poco interesante»; Cxy como «x conoce a y»; Rxy como «x rechaza a y»:

Premisas
∀xy (Fx ∧ Cyx → Ryx)
Fa
Conclusión
∀y (Cya → Rya)

Este esquema es válido (lo cual, en realidad, se veía con mayor facilidad en la forma de oración en lenguaje natural).

Ahora bien, si reparamos exclusivamente en las premisas, tenemos que ambos enunciados son problemáticos puesto que su verificación se da en un ámbito subjetivo. Que la segunda premisa sea verdadera o falsa es un hecho que dependerá, por ejemplo, del sujeto que lo enuncie. Además, el autor falsea la naturaleza de la propiedad en cuestión (el interés provocado) puesto que lo considera como un predicado monádico, cuanto se trata de una propiedad diádica. Poco importa se tal error es introducido por el autor o el paciente. La propiedad en cuestión, por ser relativa, debería expresarse bajo la forma Fxy donde x resulta poco interesante para y.

Debería describirse así:

(ii) Para cualquiera, si resulta poco interesante para alguien cualquiera, entonces es rechazado por ese alguien si lo llega a conocer íntimamente; a es poco interesante para cualquiera, así que cualquiera que llegue a conocerlo íntimamente lo rechazará.

Esto nos da (si interpretamos Fxy como 'x considera poco interesante a y'):

Premisas
∀xz (Fzx → (Czx → Rzx))
∀y Fya
Conclusión
∀y (Cya → Rya)

La validez se mantiene.

Sin duda el autor defenderá su teoría (aunque no su forma) diciendo que ninguna de las dos premisas están probadas. Por ejemplo ∀y Fya sería imposible de mostrar debido a la cantidad de gente que hay. Algo similar ocurre con Fx, incluso con ∀xy (Fx ∧ Cyx → Ryx) y con ∀xz (Fzx → (Czx → Rzx)).

Se dirá que es justamente el dogmatismo lo que se cuestiona como esquema cognitivo disfuncional. Pero si resulta que el argumento es válido, el problema no es (según el punto de vista en cuestión) de carácter lógico. Así que no se vé por qué este rodeo.

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